COREA DEL SUR
El cine Coreano (Corea del Sur) no ha dejado de sorprenderme el último tiempo, desde que conocí a Kim KI Duk, me di cuenta que tienen muchas cosas que decir y contar, si a eso le agregamos una visión totalmente diferente a la nuestra, nos regala joyas como esta.
Un joven con una suerte de discapacidad emocinal sale de la carcel tras cumplir una condena por la muerte de un hombre al cual atropello. Como una forma de mostrar su arrepentimiento decide ir a la casa de los familiares de la victima y presentar sus disculpas. Naturalmente no es bien recibido y es arrojado de alla, pero durante unos instantes logra ver que una de las hijas del hombre que atropello, sufre de una especie de cuadraplejia, la que la tiene prácticamente alejada del mundo. Su hermano la tiene sola en un pequeño departamento al cuidado de los vecinos, pero si cobrando el seguro de ella y viviendo en otro lado cómodamente con su esposa.
Este joven comienza a espiar a esta muchacha, hasta que logra entrar y comunicarse con ella, claro que de una manera poco amigable, pues intenta violarla.
Desde acá todo comienza a cambiar, se mezclan escenas fuertes, duras, estresantes, pero que van cimentando una historia que se vuelve mágica a pesar de las miserias de ambos personajes, miserias no solo de carácter material, sino que emocionales, carencias que ambos ven recompensadas en la unión de ambos, un par de seres olvidados por todos, segregados, rechazados, ignorados, que ven que entre ellos se puede crear un mundo casi perfecto.
La manera casi shockeante en que la historia se desarrolla, aumenta aun más esa desesperanza y esa búsqueda agónica de ser aceptado, de ser importante y no un estorbo para esta sociedad que cada vez soporta menos lo que no se le parece.
Increíble relato, excelentes actuaciones, perfecto ritmo,que la hacen un deber verla y saborearla más allá de la simple mirada distante.
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